Finalmente, Misiles de Estados Unidos podrán ser usados por Ucrania para atacar a Rusia directamente en territorio ruso.
Durante estos casi tres años de guerra Ucrania ha estado combatiendo a Rusia con una mano atada a la espalda. Porque Europa y Estados Unidos se han creído las amenazas nucleares de Vladimir Putin y por eso se negaron, primero, a darle tanques a Ucrania, le dieron los tanques y Putin no hizo nada. Luego le dieron aviones de combate a Ucrania, y Putin tampoco hizo nada. Ahora, después de meses de negarle el permiso a Ucrania, por fin le permiten usar misiles de lago alcance, ATACMS, dentro de Rusia. Y Putin, por supuesto, lanza amenazas otra vez. Pero tampoco hará nada.
Y la razón por la que Putin nunca hace nada directamente contra la OTAN y contra Estados Unidos es porque sabe que las fuerzas militares estadounidenses son muy superiores a las rusas. Un enfrentamiento directo sería el peor escenario para Putin. Por eso su estrategia se basa en la intimidación y las operaciones encubiertas, como los hackeos a la infraestructura eléctrica de Estados Unidos o como las campañas de desinformación para hacerle creer a los más crédulos dentro de nuestras democracias que Rusia está de su lado.
La única razón por la que Biden y los otros presidentes occidentales le han tenido miedo a involucrarse a fondo en esta guerra es por la creencia de que Rusia sí podría usar sus armas nucleares. Algo que los verdaderos expertos en Rusia, como Michael McFaul y Timothy Snyder, descartan por completo, porque Rusia probablemente ni siquiera tenga la capacidad de responder.
Estados Unidos es el único país en el mundo que posee una verdadera triada nuclear, es decir, la posibilidad de lanzar armas nucleares desde diversos puntos al mismo tiempo en tierra, aire y mar. Por medio de silos, aviones y submarinos. Rusia está lejos de ese nivel, incluso falló en su intento más reciente de lanzar un misil Sarmat, capaz, en teoría, de cargar con ojivas nucleares. El misil terminó explotando en la zona de lanzamiento.
Si en este momento hubiera una guerra entre Rusia y Estados Unidos, es 100% seguro que Rusia pierde. Sin embargo, nadie sabe cuántas de sus bombas nucleares Rusia sí sería capaz de lanzar con éxito. Y esa es la razón por la que Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional de Joe Biden, y Biden mismo, se negaban a “provocar” demasiado a Rusia.
El problema es que Donald Trump llega a la presidencia de Estados Unidos. Y con él, muy probablemente Rusia tendrá otra vez un respiro. Sanciones levantadas, acuerdos de exportación de gas con Europa, todo a cambio de que detenga su guerra. Exactamente lo mismo que pasó en 2008 cuando invadió Georgia y en 2014 cuando invadió Ucrania por primera vez. Y con ello, otra oportunidad para que se rearme y vuelva a invadir dentro de unos años. Quizá, ahora sí, con mejor capacidad de lanzar armas nucleares.
Por lo tanto, es ahora, cuando Rusia está débil, su economía echa añicos, y cuando hay ucranianos todavía dispuestos a dar la vida para enfrentarlos, que Estados Unidos tiene una inmejorable oportunidad para acabar con Rusia. Para hacerlos colapsar, con la esperanza de que lo que venga después de la caída de Putin, sea el surgimiento de un país normal. Deseoso de prosperar, no de dominar.