
¿Cuándo va a tumbar Donald Trump a Nicolás Maduro? Nunca según las palabras del enviado especial de la Casa Blanca a Venezuela, Richard Grenell. Lo dijo poco después de reunirse con el dictador mismo en Caracas. El presidente de Estados Unidos, dijo el enviado, no busca un cambio de régimen en Venezuela. Se los dije.
Donald Trump cree ganar nada con una intervención militar o de cualquier otro tipo en Venezuela, que sería la única manera en que el dictador Maduro podría ser removido del poder. Sí, claramente Maduro hizo fraude en las elecciones presidenciales del año pasado. Sí, claramente le convendría a Estados Unidos no tener a un Estado fallido socialista al sur del continente. Pero Trump no es ningún idealista de derecha, promotor de la democracia y los valores occidentales. Eso le importa un rábano.
Y durante su presidencia pasada vio que las sanciones a Venezuela no dieron resultado en tumbar a Maduro. El efecto más bien fue perjudicial para Estados Unidos: la migración venezolana aumentó. Y es que como dije en mi video anterior: si algo nos enseña la historia es que ni siquiera un pueblo con hambre se abalanza en contra de la minoría que los domina, si ésta cuenta con el apoyo de todos los hombres con rifles. Y ese es el caso de Venezuela. De algo le sirvió a los chavistas la muy costosa asesoría cubana.
Claramente no es que Trump se oponga a cambios de régimen. Está intentando quitar al presidente de Ucrania, Vlodomir Zelensky, del camino. Por órdenes de Vladimir Putin. A lo que sí se opone, es a gastar dinero en intervenciones extranjeras, a menos que obtenga beneficios inmediatos como resultado. Groenlandia y Panamá son eso, países cuyas conquista le brindaría de ventajas económicas y geopolíticas instantáneas. Hay una excepción a esta regla, claro, que Israel, donde la cartera sigue abierta sin importar los beneficios, o los perjuicios, pero ese es tema de otro video.
El punto es que Trump tiene razón en una cosa: no hay una recompensa inmediata en el esfuerzo de quitar a Nicolás Maduro. Al aparatoso proceso de removerlo a la fuerza tendría que seguir la reconstrucción, casi desde cero, de un Estado que el chavismo se ha encargado de saquear durante un cuarto de siglo. Y Estados Unidos durante ese mismo periodo de tiempo ha tenido una muy mala experiencia con el intento de democratizar dictaduras derrocadas. Error tras error desde Rusia hasta Afganistán.
¿Y qué hay con el petróleo? Estados Unidos es el principal productor mundial, así que no le es esencial. Pero suponiendo que Trump quiera ese petróleo para las refinerías en el país que todavía procesan crudo pesado -como es el venezolano-, no necesita quitar a Maduro para obtenerlo. La empresa Chevron, que es la responsable de un cuarto de la producción total de petróleo de Venezuela, se dice feliz en el país sudamericano. Y dispuesta a aumentar su participación.
¿Menos migración, más petróleo y un dictador que le deberá un favor? Por supuesto que Trump lo va a tomar a cambio de la democracia de Venezuela.
¿Qué pueden hacer los venezolanos? Esperar a otro presidente de Estados Unidos que sí le importe un cambio de régimen en el país. Nadie más financiará una intervención armada o una revolución dentro de Venezuela.
Esta es una lección para todos esos opositores a gobiernos izquierdistas en América y España que creían que Trump era su salvador. No lo será. No importa cuán despótico o izquierdista sea un gobierno, el nuevo presidente de Estados Unidos no moverá un dedo para cambiar las cosas, sobre todo si el tirano de izquierda en cuestión le cae bien o le es útil.