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Foto del escritorEsteban Román

¿Qué pasa si Kamala Harris gana?

¿Qué pasa si Kamala Harris gana?

Como será Estados Unidos si Kamala Harris gana la presidencia. Según Donald Trump y sus seguidores, Harris presidenta convertirá a Estados Unidos en un país “woke”, comunista, que sufrirá otra “gran depresión” económica como la de 1929, que será invadido por inmigrantes y que será arrastrado a una nueva guerra mundial por insistir tanto en defender a Ucrania de Rusia. ¿Algo de eso tiene sustento? Vamos por partes.


¿Gran Depresión si Kamala Harris gana?


De todas las acusaciones en su contra, esa es la más absurda. La economía estadounidense en este momento es mucho más fuerte que la del resto del mundo. Estados Unidos ha crecido a una velocidad tres veces mayor que Japón, que Alemania, que Francia, que Reino Unido, que Italia y que Canadá. La producción petrolera, lejos de caer, ha aumentado en los últimos cuatro años. Hoy Estados Unidos es el mayor productor mundial de petróleo y de gas natural, por encima de Arabia Saudita y de Rusia. En Mississippi, el estado más pobre de Estados Unidos, el trabajador promedio gana más que el empleado promedio en Alemania y en Canadá… y China, cuya economía en 2021 llegó a ser 75% del tamaño de Estados Unidos, ahora en 2024 es menor a 65%. China no sólo ya no alcanza a su rival, se está retrasando. La inflación, que es de lo que todos se quejan, fue un fenómeno mundial que, sin embargo, fue controlado más rápido en Estados Unidos que en todos los demás países de Europa y América. 


Quien vive en Estados Unidos y cree que la economía es terrible es sólo porque no tiene ni idea de cómo es mundo exterior. No sabe lo que pasa en Alemania, en China, en México, en Argentina, en Brasil, en España, en Canadá. La fortaleza económica de Estados Unidos es la envidia del resto del planeta. Ningún experto de talla internacional, ninguno, dice que Kamala Harris vaya a causar daño a esas fortalezas. De hecho, es todo lo contrario. Más de la mitad de todos los Premios Nobel de Economía que tiene Estados Unidos con vida, 23 premios Nobel en total, firmaron una carta expresando su apoyo al plan económico de Kamala Harris y condenando el de Donald Trump.


Las propuestas de Harris, dicen los premios Nobel, fortalezarán a la clase media y promoverán el emprendedurismo. En suma, no hay nadie que sí sepa de economía -y que no sea multimillonario temeroso de pagar impuestos- que desapruebe el plan económico de Kamala Harris. 


¿Kamala Harris será una presidenta "woke"?

¿Kamala Harris es “woke”? ¿Estados Unidos se convertirá, con ella a la cabeza, en un país “políticamente correcto”? La ideología “woke” es un movimiento que privilegia a las minorías por encima de las mayorías, a los “oprimidos” por encima de los “privilegiados”: como creer que todas las personas blancas deben sentir remordimiento y disculparse con las personas de color por la esclavitud de cientos de años atrás, o como creer que los hombres pueden embarazarse (pese a las evidencias científicas de lo contrario), o como creer que es correcto dar bloqueadores de hormonas a menores de edad solo porque “dicen” ser trans. Y otras ideas extremas, peligrosas incluso. Pero, también, cada día esas ideas son más impopulares dentro de Estados Unidos.


Más alla de algunas ciudades como San Francisco y Nueva York, la agenda “woke” está en decadencia porque en la política estadounidense, en las empresas, en la academia, e incluso entre la juventud se esas ideas absurdas se están abandonando, como lo revela un estudio de The Economist en septiembre pasado que midió el número de casos “woke” en los últimos 24 años y descubrió que están a la baja desde 2021. Es por eso que los congresistas demócratas más radicales como Alexandria Ocasio-Cortez o Elizabeth Warren no tienen control sobre el partido demócrata a nivel nacional. No presentaron a un candidato como lo hicieron con Bernie Sanders en 2020, y ni siquiera pueden imponer su agenda izquierdista a su propio gobierno, como la de apoyar a Gaza en contra de Israel. Hubo un pequeño retraso en una entrega de armas y una operación de ayuda humanitaria sólo para guardiar las apariencias. Pero ni Biden ni Harris le retiran su apoyo a Israel. De hecho en la Convención Nacional Demócrata donde ella fue designada candidata, le negaron la entrada a los delegados demócratas pro palestinos. Y esa es la razón por la que esos jovenes que se disfrazan con turbantes en la cabeza y gritan “genocidio”, están más furiosos con Biden que con Trump. No hallan cabida en el Partido Demócrata.


Incluso si Kamala Harris quisiera ser una presidenta “woke”, no podría, ni las mayorías de su partido la respaldarían. Ademas, no hay razones para pensar que ella tenga esa agenda: cuando Harris habló en favor de ser “woke” en 2017, la palabra estaba de moda y significaba justicia social, no el absolutismo de las minorías en lo que se ha convertido. Y Harris no ha apoyado esa ideología en su campaña, no pidió que se implementara cuando fue Fiscal de California y no abogó por  ella durante sus casi cuatro años como Vicepresidenta. Otros países, sobre todo los latinoamericanos, no han salido del laberinto “woke”, siguen empeñados en políticas e ideas absurdas. Sin embargo, en Estados Unidos, los mejores años de la ideología “woke”, afortunadamente, ya quedaron en el pasado en Estados Unidos. 


¿Kamala Harris es comunista?


Comunismo es la ideología que busca eliminar la propiedad privada y repartir las ganancias equitativamente entre toda la población. Suena bonito, pero ha sido un desastre en todos los países en donde se ha aplicado. Tienen razón quienes temen al comunismo, pero es absurdo creer que el Partido Demócrata alberga comunistas. Ningún candidato de ese partido, mucho menos Kamala Harris, está haciendo ideas “comunistas”. La razón por la que acusan a Kamala Harris de de serlo, es porque ella busca, en caso de ganar la presidencia de Estados Unidos, aumentar impuestos a quienes posean bienes por más 100 millones de dólares y ganen más de un millón de dólares al año. Por supuesto, Elon Musk, está en esa categoría. Y eso explica los 70 millones de dólares que el dueño de Tesla está gastando en la campaña de Donald Trump. Porque regalar un millón de dólares al día no es nada comparados con los más de 12 mil millones de dólares en impuestos que Elon Musk tendría que si el plan de Kamala Harris se aplicara en las ganancias que el multimillonario obtuvo este año. Para el dueño de Twitter y muchos otros ultra ricos, tener que pagar un cuarto de sus ingresos en impuestos, por supuesto que es “comunista”. Están muy empeñados en hacer que los trabajadores comunes también crean eso.


Si Kamala Harris gana, muchas cosas podría pasar, buenas y malas, pero no "Gran Depresión", ni "comunismo", ni país "woke". Eso es seguro.



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