Donald Trump va camino a una derrota en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Los republicanos sentían el triunfo en la bolsa, luego del desastroso debate de Joe Biden y la frágil apariencia del presidente estadounidense. Pero la irrupción de Kamala Harris como candidata demócrata ha hecho que por siete semanas consecutivas las noticias nacionales no hablen de otra cosa más que de ella.
Todas las encuestas importantes lo reflejan. Incluso Fox News, la televisora conservadora favorita de Trump, registra un cambio a favor de Harris en todos los estados "púrpura" en disputa, es decir, los que no se inclinan todavía de manera clara a favor de un candidato. Recoerdemos que Estados Unidos no se rige por un sistema de voto universal sino de Colegio Electoral, en donde gana el candidato que más "votos" recibe de los estados, no directamente de los ciudadanos.
Pero la mayor revelación fue la encuesta publicada por uno de los mejores encuestadores de Estados Unidos, la Escuela de Derecho de la Universidad Marquette, que ahora muestra una ventaja nacional de 6 puntos a favor de Kamala Harris. Un desastre para Trump, quien hace muy poco disfrutaba de una ventaja sobre Joe Biden en esas mismas encuestas que ahora lo colocan abajo.
En su desesperación, Trump hizo aceptó, por fin, debatir con Kamala Harris, algo de lo que había huído en las últimas semanas con pretextos ridículos como que sólo la confrontaría si el debate era organizado por Fox News. Y el mismo día, convocó a una conferencia de prensa de más de una hora en la que se hundió aún más entre los votantes indecisos e independientes, al declarar que los derechos reproductivos de las mujeres no serán un tema importante en la elección y que su inauguración como presidente en 2017 fue más grande que el histórico discurso “I have a Dream” de Martin Luther King (a pesar de que el segundo fue en realidad 10 veces más concurrido).
Donald Trump se mueve en arenas movedizas.