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Foto del escritorEsteban Román

Derrotan a Rusia en Siria, ¿Trump entendió el mensaje?

Siria

Cayó el dictador respaldado por Rusia, Bashar Al-Assad, en Siria. En la más clara demostración de que Rusia no es imbatible y de que Vladimir Putin ya no tiene la capacidad para estar en varios frentes al mismo tiempo. Está débil. La pregunta es si Donald Trump y los otros líderes europeos sabrán aprovechar estas nuevas circunstancias. 


Bashar Al-Assad era un dictador brutal que heredó el poder de su padre Hafez-Al Assad. Ambos fueron responsables por haber acabado con la vida de cientos de miles de personas para mantener el poder durante más de 50 años.


Cuando la ola de protestas en el mundo árabe llegó a Siria, en 2011, -en lo que se conoció en Occidente como la “primavera árabe”- Al-Assad se mantuvo en el poder gracias al apoyo de Vladimir Putin y de Irán. Viejos aliados mucho antes de que que empezara la guerra en Ucrania. La intervención rusa fue cada vez más abierta hasta que en 2015, Putin desplegó tropas y bombardeó a los rebeldes.


La presencia rusa en Siria parecía mantener a Assad en control, hasta que en solo unas pocas semanas, el régimen se desmoronó, sorprendido por la toma rebelde de Aleppo, la segunda ciudad más grande del país. Y Al revés de lo que Zelensky hizo en Ucrania, quedarse a pelear hasta el final, Assad huyó a Rusia.  


Lo que esto demuestra es que Rusia es vencible. No era, como Afganistán para Estados Unidos, una mera pérdida de dinero en la obsesión de George W. Bush por construir democracias donde no existe una tradición para ello.  A través de Siria, Vladimir Putin mantenía influencia en medio oriente -crucial en su relación con países como Israel- y un pie en el mar mediterraneo. 


Era, además, una demostración de que Rusia sí podía influir militarmente más allá de sus fronteras. El único caso donde había podido hacerlo. No le duró mucho tiempo afortunadamente. A diferencia de Estados Unidos, el poder ruso no tiene alcance más allá de lo que ellos consideran su “zona de influencia” geográfica  porque carece de una fuerza naval global, algo que solo se puede alcanzar con una economía del tamaño de la estadounidense. 


A diferencia del colapso del gobierno de Afganistán apoyado por Estados Unidos, la caída de Assad no fue porque Rusia quisiera salirse, sino porque fue forzada a hacerlo.


Donald Trump debería tomar nota. Rusia no puede mantener la guerra en Ucrania indefinidamente. Su economía, dependiente de la venta de materias primas, colapsará si mantiene las sanciones y el abastecimiento de armas a Ucrania. Es una ooortunifad de oro para deshacerse de un régimen interesado en desestabilizar al mundo Occidental.


Desestabilización que Putin ha logrado con éxito. 

Sobre todo a través de sus títeres en las democracias occidentales, personajes que en este momento hacen contorsiones para girar esta derrota rusa en favor del régimen que los patrocina. Pero el detalle de esa, que es la verdadera arma exitosa de Rusia contra Occidente, se los contaré en el siguiente video. 




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