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Foto del escritorEsteban Román

China no es opción para México

China

Algunos en latinoamérica creen que China es un socio confiable. Tarde o temprano se llevarán una decepción. 


México es quien más riesgo corre. Cuando menos dos gobiernos regionales en Canadá -Ontario y Alberta-, están presionando a su primer ministro, Justin Trudeau, para que saquen a México del tratado de libre comercio de América del Norte. Mientras tanto, Donald Trump, ya anunció que impondrá aranceles de hasta 100% a México si no detiene las inversiones chinas en productos que terminan en Estados Unidos. 


China, aunque le gusta presentarse como una potencia global a la par que Estados Unidos, necesita del consumidor estadounidense. Continentes enteros no tienen el poder de compra de Estados Unidos, ni siquiera toda Europa junta llega al mismo nivel. 


Y por lo tanto, China está urgida por encontrar una puerta de entrada al consumidor estadounidense que le de la vuelta a los aranceles que Trump aplicó desde su primera administración y que planea continuar. Y no hay mejor puerta de entrada hacia Estados Unidos, que México


Lo que México tiene que preguntarse es qué gana realmente con las inversiones chinas. Si uno de cada cuatro de sus empleos formales depende del comercio con Estados Unidos, si un tercio de todas sus ganancias provienen de Estados Unidos -sin incluir las remesas que sus migrantes envían-, ¿por qué arriesgarse? Si el gobierno de Trump cumple sus amenazas, México no sólo se va a ver reducida su principal fuente de ingreso, además se perderá las inversiones chinas que defendió porque su destino primordial nunca fue México, sino Estados Unidos.  


Así que Sueñan los que creen que China, o los BRICS, son un sustituto económico para México. Es imposible. China es un consumidor mayormente de materias primas, no de productos manufacturados que es EN lo que ahora México se especializa. México y China, de hecho, son competidores por el mismo mercado de consumo. 


¿Quiere México dejar de venderle a Estados Unidos y ahora venderle a China? Tendría que desindustrializarse primero, abandonar la producción de autos, que es su principal exportación, de maquinaria, de aeronáutica, de electrónicos y regresar a vivir de exportar petróleo crudo. Eso es, en el fondo lo que proponen los quienes piden que México sustituya a Estados Unidos con China. 


Y lo peor de todo, es que esas voces no hablan sustentadas en conocimiento de cómo funciona la economía y las industrias, sino a partir de sus obsesiones ideológicas. De ese rencor absurdo que muchos hispanos todavía tienen por las intervenciones estadounidenses de hace más de un siglo. Hice un video sobre la irracionalidad de ese rencor histórico. 


No podría llegar ese prejuicio, ademas, en un peor momento para México. Las tensiones entre Estados Unidos y China no dejarán de crecer. Y México estaba listo para ser el principal beneficiario de ese conflicto. Ese era el plan de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, con el nearshoring, que es la atracción de inversiones destinadas a exportar hacia el mercado estadounidense. 


Pero si el gobierno mexicano le abre la puerta a China, si coquetea diplomáticamente con Rusia -que no le aporta nada a México-, y si se envuelve en un nacionalismo mal entendido -para recibir el aplauso fácil de los radicales de su coalición politica-, le darán argumentos a los anti mexicanos en Estados Unidos, que no son pocos, para cerrarle la puerta a las exportaciones mexicanas aunque, en el proceso, dañen también a la economía de Estados Unidos. No sería la primera vez en la historia que la ideología se interpoga al sentido común.


África, Europa y el propio Estados Unidos han aprendido poco a poco que China siempre tiene intereses diferentes a los que le presenta a sus socios de otros países. Ojalá los latinoamericanos no tarden en darse cuenta. Temo también por Perú y su mega puerto en Chancay. Pero ese será tema para otro video. 




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